La tristeza del profesor

Un 17 de septiembre de 1894 falleció José Manuel Estrada. En su honor, se declaró ese día como el Día del Profesor.

Seguramente, en todas las escuelas secundarias, hoy realizaron un acto o leyeron la efemérides correspondiente para no dejar pasar este día sin pena ni gloria, pero....que triste que fue en particular este día.

Como cada año, participe del acto en mi escuela y este año la tristeza me invadió al ver que nadie cantó el himno. Pensé cuando  yo era chica, cada vez que escuchaba que empezaba esa canción que nos une como argentinos se me erizaba la piel. Hoy le reclaman a Lionel Messi que no canta el Himno Nacional porque no siente la camiseta, entonces mis alumnos ¿qué es lo que no sienten?

Después, las palabras alusivas, redactadas con mucho sentimiento, hablaban de la realidad del docente en relación a la relación con el alumno, eso que decimos siempre y muchos no nos creen, pero nosotros vemos en cada alumno a ese niño, a ese joven que necesita que alguien lo guíe, lo escuche, lo entienda; que entienda que nosotros también fuimos alumnos y si bien la generación es otra, muchas cosas que ellos viven a nosotros también nos pasaron.

Entonces ¿porqué es tan difícil hablar con ellos? ¿porque cada vez que me sincerizo con ellos siento que hablo con una pared?

Mientras mi compañero leía su discurso, miré a mi alrededor y estaban los alumnos casi "echados" en los bancos y con el celular en la mano. 

Entonces, no sienten la bandera, no sienten la "argentinidad" y lo único que hacen es usar el celular.

Que triste me sentí.

Si ellos son el futuro que terrible tarea estamos haciendo. Siento una gran culpa por no poder revertir esta situación porque no tengo las herramientas necesarias, porque creo que hace más de 20 años el gobierno no pone como prioridad a la educación sino todo lo contrario. Además, continuo estudiando y cada vez más me doy cuenta que no podemos separar la educación de la política, pero solo nos queda seguir trabajando desde el lugar de cada uno, confiando que entre todos podemos cambiar esta situación.

El sistema educativo ha fracasado pero como tampoco hay una propuesta concreta para cambiarlo, debemos luchar cada vez más por esos alumnos que se niegan a ser acompañados.

Hoy estoy triste, pero se que en mi aula todavía tengo posibilidades de "salvar el año" y seguiré pensando qué hacer para una educación de calidad, inclusiva y justa.

Feliz día a los Profesores que creemos en ello.